miércoles, 18 de mayo de 2016

PILARES DE LA EDUCACIÓN


LOS CUATRO PILARES DE LA EDUCACIÓN



La educación tiene muchos propósitos incluyendo el permitir a los educandos que desarrollen su potencial individual contribuyendo también a una transformación social. Cada generación se enfrenta al reto de decidir qué va a enseñarle a la próxima generación. Naturalmente, la educación cambia en función del tiempo y el espacio.  El siglo XXI, que ofrecerá recursos sin precedentes tanto a la circulación y al almacenamiento de informaciones como a la comunicación, planteará a la educación una doble exigencia que, a primera vista, puede parecer casi contradictoria: la educación deberá transmitir, masiva y eficazmente, un volumen cada vez mayor de conocimientos teóricos y técnicos evolutivos, adaptados a la civilización cognoscitiva, porque son las bases de las competencias del futuro.


 



Simultáneamente, deberá hallar y definir orientaciones que permitan no dejarse sumergir por la corrientes de informaciones más o menos efímeras que invaden los espacios públicos y privados y conservar el rumbo en proyectos de desarrollo individuales y colectivos. En cierto sentido, la educación se ve obligada a proporcionar las cartas náuticas de un mundo complejo y en perpetua agitación y, al mismo tiempo, la brújula para poder navegar por él.
Para cumplir el conjunto de las misiones que les son propias, la educación debe estructurarse en torno a cuatro aprendizajes fundamentales que en el transcurso de la vida serán para cada persona, en cierto sentido, los pilares del conocimiento: aprender a conocer, es decir, adquirir los instrumentos de la comprensión; aprender a hacer, para poder influir sobre el propio entorno; aprender a vivir juntos, para participar y cooperar con los demás en todas las actividades humanas; por ultimo, aprender a ser, un proceso fundamental que recoge elementos de los tres anteriores. Por supuesto, estas cuatro vías del saber convergen en una sola, ya que hay entre ellas múltiples puntos de contacto, coincidencia e intercambio.
 
Aprender a conocer
 
Este tipo de aprendizaje, que tiende menos a la adquisición de conocimientos clasificados y codificados que al dominio de los instrumentos mismos del saber, puede considerarse a la vez medio y finalidad de la vida humana. En cuanto a medio, consiste para cada persona en aprender a comprender el mundo que la rodea, al menos suficientemente para vivir con dignidad, desarrollar sus capacidades profesionales y comunicarse con los demás. Como fin, su justificación es el placer de comprender, conocer, de descubrir.
 
  • Reconoce la naturaleza evolutiva del concepto de sostenibilidad;
  •  Refleja las necesidades siempre en crecimiento de las sociedades;
  •  Admite que colmar las necesidades locales a menudo tiene efectos y consecuencias en el plano internacional;
  •  Aborda el contenido, el contexto, los asuntos mundiales y las prioridades locales
Aprender a conocer supone admitir que cada educando construye su propio conocimiento, combinando los saberes indígenas con los conocimientos externos para crear un nuevo saber cotidiano. Esto se refiere a conocimientos, valores, competencias cognitivas y razonamientos para respetar y alcanzar el conocimiento y la sabiduría a fin de:   
  • Aprender a aprender;
  • Adquirir el gusto por aprender a lo largo de toda la vida;
  • Desarrollar un pensamiento crítico;
  • Adquirir herramientas para entender el mundo;
  • Entender los conceptos y cuestiones relativas a la sostenibilidad.
 Por último, el ejercicio del pensamiento, en el que el niño es iniciado primero por sus padres y más tarde por sus maestros, debe entrañar una articulación entre lo concreto y lo abstracto. Asimismo, convendría combinar tanto en la enseñanza como en la investigación los dos métodos, el deductivo y el inductivo, a menudo presentados como opuestos. Según las disciplinas que se enseñen, uno resultará más pertinente que el otro, pero en la mayoría de los casos la concatenación del pensamiento requiere combinar ambos.
 El proceso de adquisición del conocimiento no concluye nunca y puede nutrirse de todo tipo de experiencias. En ese sentido, se entrelaza de manera creciente con la experiencia del trabajo, a medida que éste pierde su aspecto rutinario. Puede considerarse que la enseñanza básica tiene éxito si aporta el impulso y las bases que permitirán seguir aprendiendo durante toda la vida, no sólo en el empleo sino también al margen de él.
 
Aprender a hacer
Aprender a conocer y aprender a hacer son, en gran medida, indisociables. Pero lo segundo esta más estrechamente vinculado a la cuestión de la forma profesional: ¿cómo enseñar al alumno a poner en práctica sus conocimientos y, al mismo tiempo, como adaptar la enseñanza al futuro mercado del trabajo, cuya evolución no es totalmente previsible? La comisión procurara responder en particular a esta última interrogante.
 
Al respecto, corresponde establecer una diferencia entre las economías industriales, en las que predomina el trabajo asalariado, y las demás, en las que subsiste todavía de manera generalizada el trabajo independiente o ajeno al sector estructurado de la economía. En las sociedades basadas en el salario que se han desarrollado a lo largo del siglo XX conforme al modelo industrial, la sustitución del trabajo humano por maquinas convierte a aquel en algo cada vez más inmaterial y acentúa el carácter conflictivo de las tareas, incluso la industria, así como la importancia de los servicios en la actividad económica. Por lo demás, el futuro de esas economías esta suspendido a su capacidad de transformar el progreso de los conocimientos e innovaciones generadoras de nuevos empleos y empresas. Así pues, ya no puede darse a la expresión “aprender a hacer” el significado simple que tenia cuando se trataba de preparar a alguien para una tarea material bien definida, para que participase en la fabricación de algo. Los aprendizajes deben, así pues, evolucionar y ya no pueden considerarse mera transmisión de practicas mas o menos rutinarias, aunque estos conserven un valor formativo que no debemos desestimar.
 
 
Alcanzar el Desarrollo Sostenible requiere actuar con determinación. La Educación para el Desarrollo Sostenible:
  • Es localmente relevante y culturalmente apropiada;
  •  Contribuye a la construcción de un mundo sostenible y seguro para todos;
  •  Debe convertirse en una realidad concreta presente en todas nuestras decisiones y acciones diarias.
  
Aprender a hacer se centra en la habilidad de aplicar en la práctica lo aprendido, especialmente lo relativo a los medios de vida. Se trata del conocimiento, los valores, las competencias prácticas y de saber cómo hacer para participar de manera activa en un empleo y un ocio productivos, a fin de:
 
  • Poner las ideas en práctica, además de elaborarlas;
  •  Entender y actuar sobre las cuestiones de Desarrollo Sostenible mundiales y locales;
  •  Adquirir formación técnica y profesional;
  •  Aplicar los conocimientos adquiridos en la vida diaria;
  •  Ser capaz de actuar creativamente y con responsabilidad en el entorno propio.
Aprender a ser
 
Alcanzar el Desarrollo Sostenible requiere de la indivisibilidad de la dignidad humana. La Educación para el Desarrollo Sostenible:
 
  • Construye sobre los principios y valores que subyacen al Desarrollo Sostenible;
  • Trata sobre las relaciones entre la educación y el aprendizaje en las cuatro dimensiones del Desarrollo Sostenible: sociedad, medio ambiente, cultura y economía;
  • Contribuye al total desarrollo de la persona: cuerpo y mente, inteligencia, sensibilidad, apreciación de la dimensión estética y espiritualidad. 
 
Aprender a ser asume que cada individuo tiene la oportunidad de desarrollar completamente su potencial. Esto parte de la premisa de que la educación no sólo tiene como propósito cubrir las necesidades del desarrollo del estado o la nación, o de la globalización, o modular el pensamiento; la educación busca capacitar a los individuos para aprender, buscar, construir y utilizar el conocimiento para abordar los problemas en una escala que va de lo mínimo a lo mundial y más allá, lo que se vincula con el conocimiento, los valores, las capacidades personales y la dignidad para el bienestar personal y familiar, a fin de:
  •  Verse a sí mismo como un actor principal en la definición de resultados positivos para el futuro;
  •  Fomentar el descubrimiento y la experimentación;
  •  Adquirir valores universalmente compartidos;
  •  Desarrollar la propia personalidad, identidad, autoconocimiento y la capacidad de colmar el potencial propio;
  •  Ser capaz de actuar con más autonomía, juicio y responsabilidad personal.
 
 Aprender a vivir juntos
   
Alcanzar el Desarrollo Sostenible requiere responsabilidad colectiva y colaboración constructiva. La Educación para el Desarrollo Sostenible:
  • Es interdisciplinaria. Ninguna disciplina puede reclamar la EDS como suya, pero todas las disciplinas pueden colaborar con ella;
  • Construye capacidad civil para la toma de decisiones por parte de la comunidad, la tolerancia social, la gestión del medio ambiente, una fuerza de trabajo adaptable y la calidad de vida.

 
Aprender a vivir juntos aborda las capacidades críticas esenciales para una vida mejor en un contexto donde no hay discriminación y todos tienen igualdad de oportunidades para desarrollarse a sí mismos y contribuir al bienestar de sus familias y comunidades. Esto tiene que ver con el conocimiento, los valores, las competencias sociales y el capital social para contribuir a la paz y la cooperación internacional, a fin de:

  •  Participar y cooperar con los otros en sociedades cada vez más plurales y multiculturales;
  • Desarrollar una comprensión de los otros pueblos y sus historias, tradiciones, creencias, valores y culturas;
  • Tolerar, respetar, acoger, apreciar e incluso celebrar la diferencia y la diversidad de los pueblos;
  • Responder de manera constructiva a la diversidad cultural y la disparidad económica que se dan en todo el mundo;
  • Ser capaz de manejar situaciones de tensión, exclusión, conflicto, violencia y terrorismo.
 
 
Aprender a transformarse uno mismo y la sociedad
  
Alcanzar el Desarrollo Sostenible requiere acciones individuales y colectivas. La Educación para el Desarrollo Sostenible:
  • Integra los valores inherentes al Desarrollo Sostenible en todos los aspectos del aprendizaje;
  •  Fomenta los cambios de comportamiento para crear una sociedad más viable y justa para todos;
  • Enseña a las personas a reflexionar de manera crítica acerca de sus propias comunidades;
  • Empodera a las personas para que asuman la responsabilidad de crear y disfrutar de un futuro sostenible.
 
 
 
Aprender a transformarse uno mismo y la sociedad sostiene que los individuos pueden cambiar el mundo con su acción aislada y conjunta, y que una educación de calidad aporta las herramientas para transformar las sociedades, dado que equipa a los seres humanos con conocimientos, valores y competencias para transformar las actitudes y los estilos de vida. Esto refleja una sinergia de competencias cognitivas, prácticas, personales y sociales para hacer posible la sostenibilidad, a fin de:
  •  
  • Trabajar por una sociedad neutral, sin discriminación de género;
  • Desarrollar la habilidad y la voluntad de integrar estilos de vida sostenibles para nosotros y para los demás;
  • Promover comportamientos y prácticas que minimicen el rastro ecológico en el mundo que nos rodea;
  • Actuar para lograr la solidaridad social;
  • Promover la democracia en una sociedad en que prevalezca la paz.
 

 
 
 
 
 
 

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